¡Al comunicarte con tus hijos, debes estar seguro de hacerlo en la misma onda!

Tener hijo no te convierte en padre, de la misma manera que tener un piano no te convierte en un pianista.

Salmo 123:3,4

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud”.

Isaías 44:3
Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes.

Hechos 2:39
Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame.

Isaías 59:21
En cuanto a mí–dice el SEÑOR–, este es mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu descendencia, ni de la boca de la descendencia de tu descendencia–dice el SEÑOR– desde ahora y para siempre.